Cuentos a la deriva
Cada vida cuenta. Cada cuento es vida.
El largo vuelo de Nu
Durante un tiempo fui un pájaro-soldado. Un simple pajarito que empezó a volverse loco, borrando todo vestigio de lo que había sido. Una jirafa, también cautiva, me dijo un día: “Hay otras tierras en el norte, más allá de un gran mar, y se dice que allí todo es distinto, que no hay guerra, sino paz”
El sueño de Mirabel
«Ella abría de par en par sus ojos enormes y brillantes y me explicaba que LIBERTAD era volar como un pájaro, tocando las nubes o planeando por encima de un lago, decidiendo en cada momento hacia dónde quieres ir. Que libertad también podía ser un bosque de árboles altísimos donde podríamos vivir en paz, sin que nadie nos hiciera daño ni nos obligara a realizar trabajos que no queríamos hacer a cambio de nada.»
La canción de Josepha
¿Habéis oído hablar de Camerún?
Es un país africano repleto de animales que viven en libertad: jirafas, hipopótamos, guepardos, búfalos, leones, gorilas, chimpancés, elefantes como Josepha, ñus y bongos.
¿Os imagináis? Un país donde los animales corren libremente y las elefantas pueden ser maestras de escuela…
Sira y sus hermanas
Un pez solo no tiene mucha fuerza.
Dos peces solos no tienen mucha fuerza.
Tres peces solos no tienen mucha fuerza.
Cuatro peces solos…
Pero ¡cien peces juntos!
Cien peces juntos tienen mucha fuerza.
Las autoras
Jordi Sierra i Fabra
Autor de El largo vuelo de Nu
Soy Jordi Sierra i Fabra. Nací en Barcelona en 1947. Desde 2004 tengo dos Fundaciones (España y Colombia) para ayudar a los jóvenes a escribir, porque creo firmemente que leer nos hace entender la vida y saber quiénes somos, y escribir es la mejor de las terapias personales. Antes también había sido socio de todas las ONG’s más activas en la lucha por la naturaleza, las personas o los derechos humanos. He escrito casi 600 libros y sigo luchando por todo aquello en lo que creo. He viajado por medio mundo, y gran parte de esas experiencias se reflejan en mis novelas, especialmente las dedicadas a niños y jóvenes. Open Arms y yo recibimos la Creu de Sant Jordi a la vez en 2018, y eso fue doblemente importante para mí.
Nadia Ghulam
Autora de El sueño de Mirabel
Me llamo Nadia Ghulam y nací en Kabul, la capital de Afganistán. Mi vida está marcada por las consecuencias de una cruel guerra civil, por el hambre y por el régimen talibán. Pero las adversidades no me han frenado nunca y, durante diez años, salí adelante haciéndome pasar por un chico para poder trabajar y alimentar a mi familia.
Gracias a una ONG con la que colaboré en mi país, llegué a Cataluña, donde vivo como refugiada, trabajo como educadora social y soy activista por los derechos humanos y la paz.
He fundado la asociación Puentes por la Paz, con la cual ayudo a los niños y las niñas de Kabul a que puedan tener una oportunidad en la vida gracias a la educación.
Lolita Bosch
Autora de La canción de Josepha
Me llamo Lolita Bosch y nací en Barcelona. Pero he viajado mucho y he vivido en muchos países. He tenido esa suerte. ¡Me gusta viajar, me gusta mucho viajar! Y dando vueltas por el mundo he visto muchas cosas. Gente valiente, valiente; y gente muy asustada.
Sé que si no nos ayudamos y escuchamos entre nosotros, las cosas nunca salen bien. Así que he escrito libros y más libros, he dado charlas y más charlas, y he escuchado a muchas víctimas de muchas tragedias de las que he aprendido tanto que solo puedo decirles: gracias, gracias y gracias. ¡Qué valiente es la gente que hace lo que toca!
Míriam Hatibi
Autora de Sira y sus hermanas
Me llamo Míriam Hatibi. Soy activista antirracista y feminista. Llevo unos años participando en movimientos antirracistas en mi ciudad. Una de las cosas que nunca he entendido es la dificultad que tienen muchas personas para entender que, en todas las partes del mundo, todas debemos ser bienvenidas.
La historia que te cuento en este libro demuestra —una vez más— que todas tenemos derecho a vivir en un espacio seguro.
Chantal Vizcaíno
Ilustradora de la colección
Soy Chan, ilustradora, artivista (una combinación de las palabras «arte» y «activismo»), soñadora, sensible, enamorada de los animales y de la naturaleza.
Cuando me voy a la cama, después de dar dos besos a mis dos hijas, pienso en todo lo que voy a dibujar al día siguiente. Y así paso el día, rodeada de colores, poniendo toda mi energía para construir un mundo mejor para todas y todos.
Soy como una impresora mágica de todo lo que nos rodea pero que no podemos ver con nuestros ojos, quizás porque nos queda lejos, quizás porque lo desconocemos, quizás porque no sabíamos que aquello podía ser posible…
Ángeles Schjaer
Coordinadora pedagógica de Open Arms
Soy Ángeles Schjaer y en 2016 empecé en Open Arms como voluntaria de mar y tierra. Durante más de veinte años he sido maestra de Educación Infantil, restauradora de antigüedades y me he dedicado al rescate animal y a dar charlas sobre la empatía, el medioambiente y la protección del planeta…
Soñando con un proyecto que pudiera llegar a los más peques aparece Educación para la libertad, nacido del poema de Miguel Hernández Para la libertad, con el que acercamos una realidad terrible contada de la manera más dulce: poniendo el foco en las personas que migran. A partir de aquí nace esta colección, «Cuentos a la deriva», que cuenta las historias de aquellas personas que una vez se cruzaron con nosotros en medio del mar.
Historias reales
Cada rescate es diferente, pero nosotros no olvidamos ninguno
El largo vuelo de Nu
El loro gris africano es un animal muy unido a su lugar de origen y a su cultura. Son muy importantes entre el pueblo yoruba de Nigeria, ya que sus habitantes emplean sus plumas para la creación de las máscaras que usan en sus eventos religiosos y fiestas.
Conocido también con el nombre de yaco, el loro gris es un animal muy longevo: ¡puede alcanzar los 60 años de edad! Aunque en la naturaleza, al estar expuestos a depredadores, su esperanza de vida media baja hasta los 23 años.
El lugar natural para vivir del yaco es la selva tropical, aunque también podemos encontrarlos en la sabana, las tierras agrícolas cercanas y los manglares. Cuando cae la noche se reúnen en bandadas de hasta mil ejemplares para descansar seguros y prefieren reunirse en las islas costeras para evitar a los depredadores.
Esta especie de elevada inteligencia y una extraordinaria capacidad de memorización y repetición de palabras se encuentra amenazada por la pérdida de hábitat y por las capturas para el tráfico ilegal como mascotas. Actualmente se encuentra en los listados de animales en peligro de extinción incluidos en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
El sueño de Mirabel
La historia de Mirabel empieza en Nigeria, de donde había salido en 2015. Cuando la rescatamos, en junio de 2017, tenía 24 años y estaba embarazada. Ese embarazo era fruto del abuso que viven muchas mujeres durante las rutas migratorias irregulares, en las cuales las personas son tratadas con violencia, les roban, las esclavizan y sufren todo tipo de violación de sus derechos como seres humanos.
Rescatamos a Mirabel con nuestro barco Golfo Azzurro junto a otras 388 personas que huían del infierno de Libia. Ella, como muchas mujeres, huía de grupos terroristas que buscaban kamikazes (suicidas) para perpetrar masacres masivas. Para escapar de su país tuvo que pasar por Níger y cruzar el desierto de Agadez, una de las fosas comunes más grandes del planeta. Al llegar a Libia intentando alcanzar Europa fue secuestrada por una milicia que, para liberarla, le pedía un rescate que no pudo pagar. Entonces esa mafia decidió venderla en un mercado de esclavos. Allí la compró una familia libia que la tuvo esclavizada y sufriendo todo tipo de abusos diarios.
Todos los días Mirabel pedía poder volver a su país. Se negó a trabajar. Pero los abusos siguieron y de repente un día la echaron de la casa absolutamente sin nada, y se quedó tirada en la calle.
Después de malvivir sin cobijo una amiga le ofreció su ayuda para salir de Libia, atravesando el Mediterráneo. Y fue allí cuando, en medio del mar, nos cruzamos con Mirabel y con sus compañeros y compañeras de embarcación…
Ojalá esas 389 personas y todas aquellas que se juegan la vida huyendo de sus países de manera peligrosa puedan tener un futuro, una existencia feliz, digna y llena de respeto como merecemos todos los seres humanos.
La canción de Josepha
La noche que encontramos a Josepha escuchamos una conversación por radio entre un mercante, el Triades, y los llamados «guardacostas libios». Hablaban sobre un bote con decenas de personas a bordo que llevaba varias horas en el agua. Como vimos que no se ponían de acuerdo y nadie ayudaba a esas personas, decidimos ir hacia el punto en el que se encontraba la barcaza. Tardamos unas siete horas en llegar. Estaba saliendo el sol. Vimosde lejos una embarcación semihundida. Al acercarnos con cuidado al bote pensamos que no había sobrevivido nadie. Pero de repente, milagrosamente, una mujer movió la mano. Era Josepha. Llevaba horas en el agua junto a sus compañeros de viaje y solo ella había conseguido sobrevivir.
Rescatamos a Josepha en julio de 2018. Ella era la única superviviente de lo que en teoría había sido un rescate de los «guardacostas libios». Durante los días de navegación hacia un puerto de acogida, Josepha nos fue contando su historia y cómo había sido su viaje desde que salió de Camerún.
Había sido maestra en su país, tenía cabras, le gustaban el queso y el chocolate y soñaba con ser madre un día. Pero Josepha se casó con una persona que no la quería y le hacía daño… y tuvo que huir de su país. Josepha había sido, y es, una mujer valiente y muy fuerte que consiguió terminar ese viaje con un final feliz. ¡Y que ahora ha rehecho su vida y es una persona libre!
Sira y sus hermanas
En enero de 2017, rescatamos a cinco hermanas en el Golfo Azzurro después de haber recorrido medio continente africano en un largo viaje de huida de su país. Los nombres de las cinco niñas eran: Akassi, Sira, Assamala, Meliane y Yedei.
Las cinco hermanas habían salido de Costa de Marfil, cruzaron Libia y desde el puerto de Trípoli llegaron al Mediterráneo Central, donde fueron salvadas. Inseparables y unidas por una fuerza invisible, detestaban el trato que se les daba a las adolescentes en su país de origen y, por ello, habían decidido escapar juntas con la ayuda de algunos familiares.
Desgraciadamente, la mayor de las hermanas, Akassi, no pudo evitar sufrir lo que muchas otras adolescentes también sufren en su país: la ablación. La madre de las cinco niñas recibía amenazas continuas para que el resto de las hermanas pasaran por el mismo calvario que había pasado Akassi. Las amenazas, por desgracia, eran proferidas por sus propios familiares. La familia paterna, principalmente el padre, había decidido que era necesario practicar la ablación a sus cinco hijas pero, tras haber visto lo que había pasado con Akassi y ver el sufrimiento que le había generado, las hermanas menores se negaron. Con la ayuda de sus tíos, consiguieron escapar del país y ponerse a salvo.
LaGalera
Open Arms
Contacto de prensa
Marina Camallonga