A finales del siglo XIX y a comienzos del siglo XX nombres como Gaudí, Puig i Cadafalch, Sagnier o Soler i March se convierten en los protagonistas del Modernismo, diseñando edificios míticos en Barcelona. El acercamiento a las artes industriales, en combinación con el uso del vidrio son características clave en esta corriente artística. En este artículo hablamos, en concreto, de la belleza de las vidrieras modernistas, tan en tendencia en la época.
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Vidrieras modernistas protagonistas en la arquitectura catalana
Durante el Modernismo las vidrieras fueron las encargadas de manejar la luz al antojo del artista. Estas vidrieras permitían que un mismo espacio fuera totalmente diferente según la hora del día y según la disposición del sol. Cada hora generaba un efecto distinto y un ambiente diferente: un espectáculo para todos los sentidos. Algunos de los ejemplos de edificios modernistas que hicieron uso de estas vidrieras son los siguientes:
Casa Amatller, Josep Puig i Cadafalch
Josep Puig i Cadafalch fue uno de los arquitectos catalanes que impulsó el Modernismo. En concreto, en la Casa Amatller, Puig i Cadafalch, ayudado por varios artesanos, proyecta un edificio en la llamada Manzana de la Discordia. En el patio central, donde forma una increíble bóveda, y en una de las puertas de entrada, es donde hay las vidrieras más impactantes.

Cripta de la Colònia Güell, Antoni Gaudí
Este edificio fue encargado por Eusebi Güell a Antoni Gaudí a comienzos del siglo XX. En un principio iba a ser la iglesia de la colonia, pero la muerte del Conde de Güell provocó que solo se terminara la cripta.
Este edificio sirvió a Gaudí para hacer pruebas para la Sagrada Familia. Las vidrieras de este espacio tienen forma de flor abierta y de mariposa y otorgan al edificio un aspecto único y singular.

Casa Garriga Nogués, Enric Sagnier i Villavecchia
La antigua casa de la familia Garriga-Nogués hasta el estallido de la Guerra Civil, en la actualidad es un museo de Fundación Francisco Godia. Ha pasado por varios usos y reformas, siempre intentando mantener intacta su esencia.
En cuanto al uso de las vidrieras, destaca la claraboya de color amarillo que da luz a una escalinata de mármol. Además, hay otra vidriera que reproduce un paisaje, realizada por el taller de Antoni Rigalt, en una de las paredes que da a la calle principal.
Casino de Cerdañola, Gaietà Buïgas i Monravà (casino), Eduard M. Balcells i Buïgas (torre de verano)
En el salón de este edificio, hoy, un museo, se encuentra una de las vidrieras más famosas del modernismo catalán, Las damas de Cerdañola. Considerado por los expertos como un punto culminante de la época. Se trata de un tríptico realizado en vidrio catedral y vidrio plaquette. Es una obra maestra de la técnica de la grisalla, especialmente en el rostro de las damas.

Casa Navàs, Lluís Domènech i Montaner
Este es uno de los mejores ejemplos de vivienda modernista, con sus interiores perfectamente conservados, diseñada por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner. Las vidrieras de este edificio son espectaculares y están perfectamente conservadas, destacando la vidriera del techo, con una temática sobre la naturaleza.
Estos son solo algunos ejemplos que muestran cómo se jugaba con la luz y cómo las vidrieras modernistas otorgaban de espectacularidad cualquier espacio. Domènech i Montaner, Gaudí y Puig i Cadafalch, entre otros, dominaron esta técnica tan admirada en la actualidad.
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