En este artículo hablaremos sobre tres mujeres pintoras famosas de las segundas vanguardias en Catalunya.
Índice de Contenidos
Las segundas vanguardias
Las conocidas como segundas vanguardias comienzan tras la Segunda Guerra Mundial. Europa se encuentra en plena crisis cultural y política, y Nueva York sustituye a París como capital del arte. Estas segundas vanguardias se difunden rápidamente gracias al desarrollo tecnológico y, en concreto, a los medios de comunicación de masas. De esta manera, el arte se convierte en un elemento más accesible para la población.
En el caso del Estado Español, la gran interrupción de las investigaciones de los movimientos de vanguardia llega en 1936, con el estallido de la Guerra Civil Española. Durante la posguerra, los creadores pedirán no solo retomar sino multiplicar el esfuerzo de unas primeras vanguardias interrumpidas por la guerra.
Mujeres pintoras famosas de las segundas vanguardias en Catalunya
Las mujeres pintoras famosas tuvieron un papel decisivo en el proceso de renovación plástica catalana durante las primeras décadas de la posguerra.
En este artículo, hablaremos sobre tres de las pintoras más importantes de las segundas vanguardias catalanas: Núria Picas, Claude Collet y Silvia Gubern.
Núria Picas y el Retrato de Jordi Sarsanedas
Núria Picas (Barcelona, 1927) participó desde muy joven en los círculos artísticos de la vanguardia de la Barcelona de los años cuarenta y cincuenta, especialmente, en el Círculo Literario, el Círculo Maillol y el Instituto Francés.
Retrató en numerosas ocasiones a su marido, el escritor Jordi Sarsanedas (1924-2006)
Según comenta el historiador y crítico de arte Bernat Puigdollers en el libro Pintura Catalana. Segones Avantguardes de Mitrani, este retrato de 1949 muestra la impresión que causaron las vidrieras de la catedral gótica de Chartres en la artista.
Asimismo, se percibe el interés de la pintora por el arte medieval, en concreto, por el románico, plasmado en la reducción de la figura a líneas esquemáticas. La presencia de la influencia cubista también puede apreciarse en esta obra, por ejemplo, en el tratamiento del rostro, que es representado, a la vez, frontalmente y de perfil. Estas influencias pueden observarse también en obras como Cara (1949), Figura femenina (1949) o el Retrato de Jordi Sarsanedas vestido de arlequín (1950), todas conservadas en el Museo de Montserrat.
Claude Collet y Les tres grácies
Claude Collet fue una de las personalidades más interesantes que se dieron a conocer dentro del grupo de artistas conocido como el Círculo Maillol.

La mitología fue siempre un tema presente en sus obras. Como menciona Salcedo Miliani en Pintura Catalana. Segones Avantguardes, en su versión de Les tres gràcies, puede observarse la relación de Collet con el cubismo y el fovismo en las figuras construidas de manera sólida con planos de color y libertad cromática. Asimismo, los brazos de dos de las figuras con una cierta apariencia mecanicista muestran la influencia de Léger y el tratamiento de los rostros evidencia la relación con Picasso.
Silvia Gubern y el Collage Nº 21
Como expone la crítica de arte Assumpta Bassas Vila en Pintura Catalana. Segones Avantguardes, Silvia Gubern fue la única pintora joven vinculada a una de las galerías más prestigiosas de la ciudad, al convertirse en merecedora de la exposición monográfica en la sala del Instituto Británico de Barcelona. A mitad de la década de los sesenta, se convirtió en una joven promesa de la renovación de la tradición de vanguardia.
Tenía 22 años cuando crea este Collage núm. 21, una obra muy representativa de su primera etapa. Solía elegir imágenes de las revistas de moda, modelos alejados de los patrones morales del franquismo.
Según Bassas Vila, el número 21 indica ya un interés por la numerología, y el signo del asterisco, camuflado en el pelo del primer rostro de mujer, incluye, seguramente de manera intuitiva, una de las formas importantes de la geometría sagrada, la «flor de la vida».
El collage de papel de envolver, que parece decorativo, se convierte, en el centro de la composición, una ventana que muestra una capa más profunda de la realidad en la que aparecen con brillo de plata una secuencia de dibujos geométricos y simbólicos en un espacio indeterminado. En este sentido, la obra prefigura su interés por el simbolismo y los signos sintéticos que caracterizarán su producción pictórica posterior.
Con perspectiva histórica, la pintura es también representativa de una singular tendencia, el pop protofeminista, recientemente teorizado
Si quieres disfrutar de pinturas sobre lienzo de otras artistas de las vanguardias catalanas como Esther Boix, Maria Girona o Ángeles Santos puedes hacerlo haciendo click aquí.
No hay comentarios
Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.
Deja un comentario