Existe una gran extensión de investigaciones y biografías alrededor de la figura de Pablo Picasso, pero en pocas ocasiones se ha realizado un estudio centrado en su familia, como en el caso de su hermana María Dolores Ruiz Picasso, más conocida como Lola. La veremos como modelo en algunos retratos de Picasso y murió en 1958, pero poco más se sabe sobre ella.
En este artículo te acompañamos a descubrir uno de los seres queridos del genio malagueño.
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Biografía
María Dolores Ruiz Picasso nació en 1884 en la ciudad de Málaga, tres años después que el artista. Debido a su carácter impetuoso y al terremoto que se produjo pocos días después de su nacimiento, la llamaban “La Terremotica”, y desde pequeños que su relación con su hermano sería afectuosa y llena de admiración mutua. Terminó su educación en el colegio de monjas de la Sagrada Familia y estudió solfeo en La Coruña, además de adentrarse en el mundo del dibujo alrededor de 1900, con un característico gusto por las formas pero sin la intención de retratar más allá de la observación inmediata de objetos caseros.
Ya establecidos en Barcelona, en 1909 se casaría con el neuropsiquiatra Juan Bautista Vilató, con quien tendría seis hijos. Un año después, su marido fue nombrado médico bacteriólogo en el laboratorio de sanidad de la isla de Mahón, pero en 1913 volverían a la ciudad barcelonesa por los problemas de salud de su padre, quien falleció el 3 de mayo de ese año. Tuvieron dos pisos, uno en Passeig Colom y otro en Passeig de Gràcia, y allí pasaría el resto de su vida hasta 1958, con 74 años.
Retratos de Lola Picasso
Podríamos decir que desde su nacimiento Lola Picasso se convirtió en una de las principales modelos del artista durante su formación, además de su madre. Su primer retrato data del 1 de diciembre de 1984, en La Coruña, y desde entonces fue el motivo de diversos dibujos y retratos, especialmente cuando Lola cumplió 11. Fue en ese momento cuando el joven Picasso empezó a emplear nuevas técnicas y soportes, como en Lola, con luz nocturna o Primera Comunión. Sin embargo, a raíz de su entrada en la Escuela de Bellas Artes de Madrid en 1897 y su estancia en Horta de Sant Joan, su querida hermana quedaría relegada de su producción, siendo Retrato de Lola en el estudio de Riera de Sant Joan, en 1900, uno de sus últimos retratos de ella. Con la llegada de la etapa azul, el pintor buscaría otra manera de expresarse y otros motivos pictóricos.
Esperamos que te haya gustado esta breve pincelada a uno de los seres más queridos del artista malagueño y que te haya ayudado a descubrir más detalles de su vida.
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