La Sagrada Familia es una de las muestras más espectaculares del modernismo catalán, un auténtico símbolo de Barcelona y, probablemente, el monumento inacabado más visitado del mundo. En este post te contamos más sobre la arquitectura y el simbolismo de la única fachada construida en vida de Gaudí: la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia.
Índice de Contenidos
La fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia
El origen
La fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia tiene su origen cuándo Antoni Gaudí finaliza la cripta y el ábside del templo, y se plantea un proyecto más complejo, con un importante componente simbólico y lleno de audacias constructivas formales, a partir del arco parabólico.
Según explicó él mismo, «si en vez de esta fachada decorada, ornamentada y turgente, hubiera empezado por la de la Pasión, dura, pelada y hecha como de huesos, la gente se habría retraído».
Gaudí decidió, pues, que la fachada de la Natividad fuera un libro de piedra sobre los detalles de la infancia de Jesús.
La construcción
Para cimentar la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia, en 1893, se excavaron manualmente unos pozos hasta la profundidad necesaria para alcanzar la capa calcárea, más resistente.
Gracias a un gran donativo de, según las fuentes, entre 500.000 y 800.000 pesetas, Gaudí aumentó la monumentalidad del proyecto logrando, solo tres años después, en 1896, la fachada ya alcanzará los 9 metros de altura y ya se hubieran colocado las columnas que separan los tres portales que la forman.
La fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia está formada por tres portales dedicados, de izquierda a derecha, a la esperanza, la caridad y la fe, y cuatro campanarios, de planta cuadrada en la base y cilíndrica cuando alcanzan la cuarta parte de su altura, 107 metros los dos centrales y 98 metros los exteriores.
Cada campanario muestra la estatua sedente del apóstol al que está dedicado, justo donde pasa de estructura cuadrada a circular, lo que permite crear unos balcones que sirven de base en los espacios triangulares resultantes.
En 1905 el donativo inicial se había agotado y las obras de la fachada del Nacimiento de la Sagrada familia empezaron a ralentizarse, concentrándose en los campanarios, que en 1908 ya alcanzaban los 48 metros, casi la mitad de lo proyectado.

El campanario de Bernabé, en el lado mar, fue el primero que se terminó completamente, y Gaudí pudo verlo sin andamios, en noviembre de 1925, pocos meses antes de morir.

Tras morir Gaudí, en junio de 1926, las obras de la Sagrada Familia pasaron a manos de Domènec Sugrañes, que había sido su mano derecha.
Entre los años 1928 y 1930 se terminaron los campanarios restantes, mientras que el ciprés central de la fachada del Nacimiento se terminó en 1932. Hasta 1936 se terminaron diversos grupos escultóricos, como el de Jesús trabajando de carpintero, el de José y María en el templo, los de los apóstoles, la barca de San José y la Coronación de María.
Tras la Guerra Civil, la obra en la fachada del Nacimiento se centró en terminar los grupos escultóricos que la completaban, de la mayor parte de los cuales Gaudí había dejado modelos de yeso, destruidos durante la contienda.
La escena principal del pesebre, obra de Jaume Busquets, se colocó en 1958, y las escenas de Adoración de los pastores y la Adoración de los Reyes de Oriente, de Joaquim Ros, se colocaron en 1981 y 1982, respectivamente.
Más adelante se colocaron los ángeles músicos y cantores, obra de Etsuro Sotoo, que siguió los modelos de yeso de Gaudí. El mismo equipo diseñó el último elemento de la fachada del Nacimiento: las puertas de bronce de acceso al templo.
Simbolismo de la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia
Justo en el centro de la fachada del Nacimiento, sobre la puerta principal, se encuentra un ciprés que representa el árbol de la vida, coronado por una cruz en forma de T, que es la inicial de la palabra griega Theus (Dios), con unas líneas diagonales en forma de X, que representan el abrazo del Padre al Hijo. Sobre la T reposa una paloma con las alas abiertas, en referencia al Espíritu Santo.
El ciprés, pues, está rematado por la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y las palomas que encuentran protección en sus ramas representan a los hombres y mujeres salvados por la redención de Cristo.

La fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia está formada por tres portales y cuatro torres. Los tres portales están dedicados, de izquierda a derecha, a la esperanza, la caridad y la fe:
Portal de la Esperanza
Está dedicado a San José, y en él encontramos, entre otras, escenas de la Virgen María y San José, la Familia de Jesús y la barca de San José. Los trabajadores del templo homenajearon a Gaudí tras su muerte, creando a José según la fisonomía del artista. También hay referencias a la fauna del Nilo y a la flora de Egipto.
Un gran pináculo, que recuerda los peñascos de Montserrat, remata el portal de la Esperanza, con la inscripción Sálvanos.
Portal de la Caridad
Es el mayor de los portales y está dedicado a Jesús. Simula el Portal de Belén y en él hay diversas escenas relacionadas con el nacimiento de Jesús, como la Anunciación, la Adoración de los Reyes y la Adoración de los pastores.
También se encuentran aquí la estrella de Belén y los signos del Zodíaco, tal y como estaban la noche en que nació Jesús, los ángeles músicos, el cordero (símbolo de inocencia), el perro (símbolo de fidelidad) y las 59 cuentas del rosario.
En la Puerta de Jesús destaca el árbol genealógico de Jesús, con la serpiente mordiendo la manzana, símbolo del pecado original.
Sobre el capitel se ubica el grupo del Nacimiento, mientras que el coro de ángeles niños, sostiene una inscripción que dice: Jesus est natus. Venite, adoremus.
Portal de la fe
Está dedicado a la Virgen María y en él encontramos, entre otras, escenas de la Inmaculada Concepción y la Visitación.
Asimismo, destacan las figuras de San Juan Bautista y San Zacarías, el Corazón de Jesús cubierto de espinas y de abejas místicas, la Providencia, como una mano con el ojo que todo lo ve.
Torres
Las cuatro torres de la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia están dedicadas a los apóstoles San Bernabé, San Simón, San Judas Tadeo y San Matías. En sus terminales se encuentran los atributos de los obispos: el báculo, la mitra, el anillo y la cruz, junto a la inicial de cada apóstol, todo realizado en «trencadís».
Ahora que ya conoces más sobre la arquitectura y el simbolismo de la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia seguro que admiras la obra del genial arquitecto con otros ojos. ¡Acércate a Barcelona a verla en persona!
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