Frida Kahlo (1907-1954) fue una pintora mexicana y actualmente es reconocida a nivel mundial por sus obras, en las cuales representa, a modo personal, algunos momentos de dolor y sufrimiento que tuvo a lo largo de su vida. En este artículo te mostramos algunos cuadros de la pintora, así como su recorrido vital y artístico.
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Frida Kahlo
Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, más conocida como Frida Kahlo, nació en 1907 en la Ciudad de México y creció en la casa de sus padres, la que hoy es conocida como “La casa azul”.
Ya desde muy pequeña sufrió diversos problemas relacionados con la salud. A los 6 años enfermó de poliomielitis, lo que causó que su pierna derecha fuera más corta que la otra, siendo objeto de burlas entre sus compañeros. En 1925 tuvo un terrible accidente de tráfico, en el que se fracturó algunos huesos y sufrió un traumatismo en la columna vertebral.

Estos sucesos marcaron un antes y después en la vida de Kahlo, desatando sus habilidades artísticas que, al estar prácticamente inmóvil, le hicieron empezar a pintar. Fue en este momento en el que empezó a vincularse con otros artistas, como la fotógrafa Tina Modotti y el muralista Diego Rivera, quien años más tarde se convirtió en su esposo.
Los cuadros de Frida Kahlo
Los cuadros de esta artista se suelen categorizar como surrealistas y expresionistas, aunque ella no era partidaria de encasillar su obra en una corriente concreta. Frida plasmaba en sus cuadros todos los acontecimientos dolorosos que marcaron su vida, y su toque personal es el folklore y el color brillante, característico de la cultura y el arte mexicanos.
Cinco de sus cuadros, a los que queremos acercarte en este post, son obras destacadas en la Casa Museo de Frida Kahlo, “La Casa Azul”. La Casa Azul fue el universo íntimo de Frida Kahlo, donde ella residió en su infancia y donde regresó con su marido y familia. Un punto de peregrinaje de todas aquellas personas que admiran la vida y obra de la artista.
Retrato de mi padre Guillermo Kahlo (1952)

En este cuadro, Frida Kahlo pintó a su padre, en el año 1952, tomando como base un autorretrato fotográfico del año 1925. Lo que más destaca en esta obra es Guillermo, el padre de Frida y, a un lado, una cámara fotográfica.
Además, en la parte inferior se encuentra una leyenda, en la que Frida describe a su padre como una persona generosa y valiente. Y es que su padre fue su principal apoyo después de su accidente: fue quien le ayudó en sus ejercicios terapéuticos y por este motivo la pintora siempre tuvo una especial admiración hacia él. Además, fue gracias a Guillermo, fotógrafo de profesión, que su hija se familiarizó con el mundo de la fotografía y el arte.
Mi familia (1949)

Esta es una obra inconclusa, en la que Frida trabajó en distintas ocasiones, pero que nunca terminó. Se puede apreciar a su padre, Guillermo Kahlo, a su madre, Matilde Calderón, y a sus abuelos paternos, de origen hungaro-alemán, y maternos.
Además, también aparecen, de izquierda a derecha, sus hermanas Matilde, Adriana, ella misma, Frida, y Cristina, así como los hijos de Cristina, Isolda y Antonio, y otra figura sin identificar. Cabe destacar, también, que entre Adriana y Frida aparece la enigmática figura de un bebé.
Frida y la cesárea (1931)

Aunque Kahlo nunca fue sometida a una cesárea, este cuadro hace referencia a su gran deseo de ser madre. Tras su accidente, las lesiones que sufrió su pelvis tuvieron como consecuencia la dificultad de ser madre. La obra se refiere a la posibilidad, que le sugirieron los médicos, de poder ser madre mediante una cesárea, si lograba que el feto viviera hasta ser independiente.
Viva la vida (1954)

La artista pintó este cuadro 8 días antes de su fallecimiento. Muestra unas sandías de color rojo intenso, en una de las cuales escribió las siguientes palabras: “Viva la vida”.
El título de este cuadro de Frida Kahlo expresa sus fuertes ganas por vivir, aunque es importante destacar que en esta etapa la salud de la artista estaba en completa decadencia.
Naturaleza muerta (1942)

Este cuadro de la misma fue un encargo del presidente en turno, Manuel Ávila Camacho, para ornamentar un salón residencial. Frida cumplió el encargo, pero la obra fue rechazada, por sus sugerencias eróticas.
Tras su muerte, se descubrió que el diseño de la pintura estaba inspirado en la estructura de una matriz.
Como has visto, los cuadros de Frida Kahlo reflejan la vida de la artista, llena de un sufrimiento que ella transmitió a cada una de sus obras. No podemos terminar sin recordar una de sus frases más icónicas que retrata a la perfección el carácter de esta emblemática pintora mexicana : “Pies para qué los quiero si tengo alas pa’ volar”.
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